viernes, 10 de junio de 2011

Comprar CONDON no es Bochornoso

3º TRABAJO

“UNA VIDA COMUN ¿NO?”
Nació en la clínica chinita el 14 de septiembre de 1989 un niño llamado Nicth D. León Giraldo Rivera bajo la supervisión del Doctor Alberto Gómez y el grupo de enfermeras nocturnas debido a que el nacimiento fue a las 12:15 A.M.  Su madre es luz Adriana Rivera M. y su padre Elkin A. Giraldo el cual lo llevo a vivir junto a su madre a un barrio llamado Santa María en el municipio de APARTADO Ant. Vivió tranquilamente con su familia hasta la edad de 4 años donde recibió la sorpresa de tener un hermanito, al verlo se disgusto ya que por su inocencia decía que no quería compartir los juguetes con ese niño y le pedía a su madre que regresara al hospital para que se lo cambiaran por una niña. Al transcurso de un año es inscrito en la Inst. Santa María donde realizo los años de 1º a 3º con normalidad. Cumplió los 8, inicio un tiempo de violencia y su familia decidió que se mudarían a Medellín después de un enfrentamiento que hubo por su cuadra.
Al ir a Medellín fue inscrito en la institución educativa picachito en el barrio del mismo nombre donde curso los grados 4º y 5º con facilidad pero por problemas con los alumnos en los que se incluían peleas, amenazas y agresiones su madre decidió trasladarlo a la I.E. Doce de octubre donde curso el grado 6º y conocía a una persona que se hizo gran amigo de él. Amílcar no era una persona de fiar pero fue su gran amigo por varios años.
De la I.E. Doce de Octubre al terminar 6º fue transferido al Jesús María Valle Jaramillo debido a que en el doce de Octubre se había iniciado una guerra de pandillas. En el Jesús María empezó 7º pero tuvo que dejarlo mitad de año debido a que atentaron contra su vida cuando trataron de lanzarlo del cuarto piso de la institución. El se encontraba amenazado y debido a eso fue trasladado a la I.E. Rodrigo Arenas Betancur donde termino 7º y llego a mitad de 8º. A mitad del grado 8º sus padres se separaron, al parecer su padre fue encontrado en fragancia con otra mujer y fue abandonado por la madre de Nicth la cual tomo a sus dos hijos y todo lo que pudo de la casa y su marcho con su madre que vivía en apartado Ant. Allí Nicth fue inscrito en la institución educativa HEMEPA (Heraclio Mena Padilla) donde termino de cursar 8º y se graduó de 9º el 2 de diciembre del 2004 en esta misma institución.
Durante los años de estudio en el HEMEPA  se reencontró con Amílcar, se encontraba en apartado debido a que había decidido allí con su madre. Nicth retomo su amistad con Amílcar y empezaron a rondar Apartadó juntos, en esos tiempos Nicth se salió del buen camino y empezó a robar guiado por Amílcar hasta que Amílcar dio su peor golpe. Le robo 2 millones de pesos a su propia madre por una discusión, invito a Nicth para gastarlos y el no chisteo para aceptar, pasaron dos días completos sin que ninguno regresara a sus respectivas casas, comían y dormían en la calle sin pensar en nada. Al tercer día decidieron ir a la casa de Amílcar para cambiarse la ropa y comer algo. Pero no sospechaban que la madre de Amílcar no había ido a trabajar, en cambio, los estaba esperando, se oculto en su habitación y cuando ellos estaban en la cocina salió silenciosamente y al salir serró la puerta por fuera dejándolos encerrados. Salió corriendo a llamar a la madre de Nicth para informarle que los había encerrado. Al ella llegar se levo a Nicth para la casa y después de pensarlo un momento decidió que por su bien debería vivir con su padre el cual vivía en Medellín y era muy estricto, pensaba que tal vez así cambiaria para bien. Al Nicth empezar a vivir en Medellín su padre lo matriculo en el instituto externado patria para que iniciara el grado 10º, no le fue muy bien, ya no era capaz e estudiar y empezó a faltar a clase sin que su padre se diera cuenta. Así continuo hasta que llamaron del colegio a su padre. El asistió y se sorprendió cuando le dijeron que su hijo llevaba un mes sin asistir. Nicth hizo oficial su retiro faltando 2 meses para terminar el año. Su padre como castigo se lo llevo a trabajar sin pagarle sueldo para que tomara conciencia de lo difícil que es vivir sin estudio. El trabajo de construcción era arduo y difícil y le prometió a su padre que estudiaría. Al  año siguiente entro en al nocturna de la institución picachito donde termino los grados 10º y 11º graduándose en diciembre del 2008. Su fiesta de grados le ayudo a disculparse con su madre y a recuperar la confianza perdida. En este momento trabaja en Cali con su padre, es técnico en construcción de casas prefabricadas pero en esta ocasión si recibe pago.

2º TRABAJO

ES SOLO UN GATO
Cierto día, una joven llamada kotomi con alrrededor de 13 años de ojos negros y cabello castaño cuyo largor alcanzaba su media espalda, se vio distraída por un leve sonido que salía de entre un rincón de un matorral, trato de seguir adelante pero el sonido se convirtió en maullido, ella se devolvió guiada por el ruido y, de repente, sonó un gran estruendo por el paso de un auto y el sonido se detuvo. Frunció el seño y tomo camino hacia su casa pero no dejaba de pensar en el maullido, pareciera que el tenue sonido de ese gatito la hubiera cautivado, miro su reloj y eran las dos treinta P.M. (2:30P.M.).
Kotomi llego a su casa, la cual era un conjunto de apartamentos destinados al hospedaje. El de ella era el último del pasillo pero, al empezar a caminar sintió un frio en su interior que le dio un mal presentimiento, empezó a sentir miedo sin razón aparente y cuando estaba al borde del colapso, -clock- sonó una puerta abriéndose ella miro hacia atrás y todas las luces estaban apagadas, los nervios querían matarla.
Ella caminaba con cautela como si estuviera pisando flores y de nuevo –“clock”-  pero esta vez acompañada del ruido que hacen las puertas al asegurarse. No se atrevía a mirar hacia atrás pero la curiosidad la tentaba y, acompañada con el miedo la impulsaron a hacerlo. Ella serró los ojos mientras se volteaba y al abrir los ojos se sorprendió con lo que vio: “nada”. La oscuridad la había envuelto por completo, a donde mirara se había perdido el mas mínimo rayo de luz. En este momento recordó su teléfono celular, lo tomo, encendió la pantalla y al mirarla había un ms por leer, al abrirlo vio: “por qué me dejaste encerrado”. Escucho de nuevo un ruido alumbro con la pantalla del celular y lo que la luz le mostro la dejo sin habla. La parte trasera de la puerta de su habitación, “¿pero cómo?” –Se preguntaba- “¡si yo estaba en el pasillo!”. Se empezaron a escuchar murmullos y la piel se le erizaba a Kotomi mientras caminaba por la habitación haciendo que el suelo crujiera con cada paso que temerosa daba pensando en lo que pudo, podría y seria lo que pasaba en su hogar.
Kotomi, ayudada por su celular dio con la cama la cual se encontraba en una esquina de la habitación, se sentó en ella y pensó: “¿Por qué se puso oscuro de repente? si mi reloj me dice que son las 3:00 P.M., ¡AUN ES DE DIA!”. “Y no solo eso, tampoco hay energía y mirar por la ventana junto a mi cama solo me muestra un abismo.”“¡¿Qué pasa?!”. -clock- la puerta vuelve a sonar. El corazón de Kotomi se pone a mil por hora mientras saca fuerzas para tratar de ver qué pasa. Camina, y entre el silencio: -“Miau”-  “el gato” -dijo ella-. De repente una aurora negra la envolvió y la tragaba comenzando por sus pies hacia su cabeza, ella luchaba pero era inútil, gritaba y forcejeaba pero la aurora negra se la hasta que cubrió sus ojos y ella…
Al despertar estaba de nuevo en la calle sentada en la esquina, miro el reloj y eran las 2:25 P.M Suspiro y dijo: “¿sería solo un sueño?”. “pero se sintió tan real”. Se paro lentamente, sus rodillas aun temblaban y sus ojos aguados por las lágrimas que el miedo le hizo surgir veían borroso, pero en lo poco que veía distinguía que no era cualquier calle, era la calle donde había escuchado por primera vez el gato. “será posible” -dijo- “según mi reloj yo no he pasado por aquí”. Empezó a caminar temblorosa y recordando lo que parecía haber sido real, pero la razón decía que era un sueño y distraída por ese conflicto en su mente no se dio cuenta que había llegado a la zona. Hasta que: “miau”. Se le erizo toda la piel y ese sonido la despertó del letardo en el que estaba. Miro y claro el mismo matorral y el sonido continúo y ella vio el auto que se acercaba. “apúrate” -se decía a sí misma-. Cuando pase el auto no podre encontrarte y en medio del toque desesperado entre los arbustos y matorrales sintió una caja, se encontraba muy vieja com0o si tuviera meses de estar allí. Al tocarla con ambas manos la envolvió un silencio profundo y a su mente vino una visión.
-Una pequeña niña de unos 9 años por esa misma calle montando una bicicleta rosa con canastilla, y en ella una caja, era un regalo, muy decorado y con un lindo moño de adorno. La niña se distrajo mirando un carrito de helados, y en ese momento choco con una piedra que la hizo volar y estrellarse contra los arbustos y matorrales. La niña quedo inconsciente y mal herida. Un conductor que pasaba por allí vio el accidente y se acerco a ayudar. Llevo la niña de inmediato al hospital y no pensó en nada de lo que la niña llevaba, la caja y la bicicleta quedaron allí tirados, con el tiempo la bicicleta fue tomada pero la caja de regalo no. –
Kotomi despertó soltó la caja y recordó aquella niña, esa bicicleta, el regalo, todo. Ella era la niña, recordó que ese día iba al cumpleaños de su madre y que en un punto no recuerda nada hasta que despertar en el hospital. Y pensó: “el regalo”. Toma de nuevo la caja y con suavidad y con sigilo la abre. –Qué horror-. Un montón de huesitos que hacían la forma acurrujada de un pequeño gatito que al no poder salir murió lenta y desgraciadamente atrapado en la caja. Kotomi con una lagrima en sus ojos detalla el pequeño esqueleto y ve que esta posado sobre una bolsa, suavemente saca la bolsa y dentro ve una carta desgastada por los años: “hola mama feliz cumpleaños este gatito es todo lo que pude conseguir, lo criaremos juntas y lo veremos crecer como nuestro amor TQM. ATT: Kotomi”.
Kotomi lloro y la culpa la hacía llorar aun más, solo el hecho de pensar lo que le paso al pobre gatito y no solo eso, su alma quedo esperando que aquella niña volviera por él con tanto desespero que recurrió a contactarla con su espíritu. Llevo los restos a su casa y los introdujo en un pequeño cofre y dijo: “cuidare de ti aunque sea después de la muerte”. “Dios, tantos problemas viendo que fue solo un gato, no perdón, es solo un gato”

1º TRABAJO

ALERTA DE MATRICIDIO

Hola, mi nombre es copete. Lo siguiente es para Describir lo que sucedió el día del suicidio de un gran amigo mío que por azares del destino dijo si, a algo que arrumaría su vida.
Era un día hermoso y soleado, yo caminaba por la calle central del barrio disfrutando del aroma de los restaurantes y su bella decoración. En la vuelta de la esquina, por casualidad me encontré con Juan, un viejo amigo mío ya de varios años. Vi en su cara preocupación, me acerque, lo salude y, no falto la pregunta: “¿Qué te pasa?” –dije- . El me respondió: “es algo muy complicado de entender, no sé que pueda pasar con mi vida”. Esas palabras me dieron escalofríos, el pensar que uno de mis mejores amigos tenía en peligró su vida, me asía reflexionar sobre la mía. Lo invité a uno de tantos restaurantes con la escusa de un trago por los viejos tiempos.
Al entrar al restaurante trate de hablarle del tiempo de antes y de cómo nos divertíamos de jóvenes, pero él no chisteaba, ni la mas mínima muestra de conciencia. Me dispuse a despertarlo con un golpe y al tocarlo brinco de su silla como si hubiera visto un espanto y grito: “no puede ser, hay esta mi novia”, “¿Cuál novia?” –respondí- ,” ¿Cómo que cual?, ¡esa!” -resalto-. Mire hacia atrás y vi a una mujer de porte elegante muy bien parecida, con cabello largo y sedoso de un color negro penetrante que te hacia imaginar tocando cada hebra. Se quito las gafas al terminar de bajarse del taxi y sus ojos plateados iluminaron mi mente proiviendome ver otra cosa.
Juan al verme en medio de mi letardo, solo le izo falta darme un coscorrón para regresarme en sí y me pregunto: “¿Qué carajo te ha pasado?”, y con alegría conteste: “se me cumplió el milagrito, está roto el cielo, mire ese ángel que se cayó; no me diga que esa es su novia, porque si es así lo felicito, hermano lo ¡felicito!”.
Al escuchar eso Juan me miro a los ojos y dijo: “es la de al lado”. Al mirar y detallar para saber quién era ella, me agarro el brazo y dijo: “tenemos que evitar que nos vea”. Yo me encontraba enfadado debido a que no sabía a quién le estaba huyendo, le pregunte como era, que estaba usando o que me diera tan siquiera el nombre, pero nada solo silencio.
Salimos de restaurante y por correr Juan olvido unos papeles sobre la mesa. “yo voy” -dije- . Llegue al restaurante y al verlos sobre la mesa los tome y como la curiosidad mato al gato, me sentí morir por saber que había dentro del sobre. Lo empecé a abrir lentamente para no rajar el sello y dentro había una gran cantidad de papeles, pero entre cuentas y recibos había una carta, la abrí y después de leerla me pude dar cuenta de el por qué su preocupación, el por qué correrle a su mujer, una carta de amor con palabras bonitas así como todas, pero al final una frase que conflictual a cualquiera:
-“ Juan este tiempo de novios he sido la mujer más feliz por ello deseo compartir el resto de mi vida con tigo casémonos y compartamos nuestro amor . Espero que la próxima vez que nos veamos tengas una respuesta. Esperando con mi mano en el corazón que desborda amor por ti. ATT: Catalina”
No tenia palabras, y más aun cuando vi de cuando está fechada la carta:”11/07/94.” busque un periódico para asegurarme de la fecha y no podía ser peor:”17/10/94,” el imbécil y a la había tenido esperando por !3 meses¡ y todavía no ha tenido el valor de respondería. En realidad no sabía de alguien tan cobarde, pero me sorprendió hasta donde pudo llegar Juan.
tome la carta y la puse en su estado inicial, volví a colocarle el sello y salí como si nada. Camine fuera del restaurante y empecé a buscar a Juan. Ande unas cuantas calles y no lograba verlo , me empecé a desesperar y refunfuñando al pasar un callejón escuche un sonido: ”pss, pss, copete.” Entré al callejón y a la mitad del camino él se levanto y dijo: ” córrele que nos espera el taxi.” ”Taxi”-dije -” si taxi, córrele “- respondió-. Tenía pensado decir que no iría pero el chisme estaba muy interesante y no me lo iba a perder. Nos subimos al taxi, dio la dirección de un hotel en el centro y el conductor miro para atrás y sonrió maliciosamente, al parecer se izo una mala imagen de nosotros . Bajamos del taxi y dijo:”llevo 3 meses viviendo aquí”. Recordé que ese era el tiempo transcurrido desde la carta. Entramos a la recepción, el guardia cordialmente nos saludo, Juan le pidió la llave de la habitación y empezamos a subir, fue una larga subida ya que él vivía en el 5º piso. Llegamos a su cuarto y me dijo:”sírvete lo que quieras, estás en tu casa”.”¿Qué vas a hacer?”-pregunte-, “entrare al baño, no me tardo”-respondió-. Me senté en una de las sillas alrededor de la mesa y me dedique a esperar.
Pasaron los minutos y me preguntaba porque tardaba tanto. Mire el reloj en mi mano y ya hacia 20min de que el entro al baño. Me acerque al baño y lo llame al no obtener respuesta me arroje al piso mire bajo la puerta para ver si se encontraba bien, pero no vi nada, sólo estaba su celular y una hoja de papel. Se me hizo muy extraño y decidí abrir la puerta, la abrí lentamente por si acaso estaba, y al terminar de abrirla. Lo impensable. El cuerpo se me entumeció, mientras expulsaba un sudor frio y un escalofrió me recorría el espinazo. Mi cuerpo perdió toda su fuerza y el temblor en mis piernas me hizo dar 3 pasos atrás. Di media vuelta y con el ardor en los ojos me vi obligado a vomitar por el horror y la impresión. Volví a voltear creyendo que solo lo había imaginado, pero no, era cierto, el ver colgado del techo el cuerpo de mi amigo Juan, el mismo que solo hace minutos estaba hablando con migo, me destrozo el corazón. Se me vinieron las lágrimas acompañadas de recuerdos de toda la vida y me preguntaba: ¿Por qué no pidió consejo?, ¿Qué lo pudo impulsar a esa solución? El vibrar del celular en el piso me hizo regresar al mundo real. Me sentí muy mal al ver que tenía que ingresar al baño para recogerlo del piso. Fui, lo recogí con cautela y al mirarlo medí cuenta de que lo había hecho sonar. Un mensaje de texto. El contenido decía: -“ya voy para allá, me alegra que al fin te hallas decidido, tardare poco para llegar. Te amo. ATT: Cata”
Me vi envuelto en la incertidumbre y me entro una ira que me izo gritar: “¡NO!, Catalina no puede venir”, pero cuando iba a salir del baño, pise la hoja de papel, p no era cualquier hoja era una carta, la tome y no podía creer lo que decía:
-“lo lamento mucho Copete, se lo que estás viendo y viviendo en este momento, es muy doloroso para ti y ha hecho que mil dudas laceren tu ser y desgarren tu mente, y no te preocupes, se que ya sabes de la carta que me envió Cata meses atrás declarando sus sentimientos y deseos. Si te preguntas cuando carajo le responderé, descuida, ya lo hice antes de escribir esta carta. Fue el si mas difícil de mi vida. Cuando se lo dije parece no haberle molestado que allá sido por teléfono. Sé que en este momento ya viste el resultado de mi cobardía pero no encontré otra salida a mi miedo al matrimonio, pero vele el lado positivo ella dejo de esperar y le cumplí el deseó XD. Gracias por todo. Juan”
Apreté la carta en mi mano y salí corriendo por las escaleras para informar de lo sucedido antes de que llegara Cata, pero lo que yo no sabía era que ella ya estaba esperando en la recepción que el guardia la dejara pasar. Al verla parada en la recepción me di cuenta de que Juan me había mentido, la dama del taxi si era su prometida. Trate de devolverme pero ya me había visto y grito: “oye, espera. Tu eres el amigo de Juan ¿cierto? ¿Sabes algo de él?”. Me quede sin palabras y solo me salieron las que no debía decir: “está MUERTO”. Ella me miro se y con un acento burlón se dirigió a mí: “no bromees, ¿dónde está?”. Baje la frente y le respondí prácticamente con un murmullo:”en su habitación”. Empezó a subir las escaleras y el guardia intento detenerla pero solo consiguió alterarla aun más. Empezó a correr llegando al 3º y continuo así hasta la habitación. Yo había tomado el atrevimiento de cerrar la puerta cuando salí, así que ella empezó a tocarla, primero suave y lo llamaba –“Juan”-, después debido a que se empezaba a preocupar golpeaba cada ves más fuertemente y sus llamados se transformaban en gritos. Cada segundo se me hacia eterno. Al transcurso de un minuto. Apareció el guardia que al parecer se había tomado su tiempo para subir las escaleras. Cata lo abordo insistiéndole que abriera la puerta, golpeándolo, arañándolo y gritándolo. Naturalmente el guardia cedió. Saco de entre su chaqueta el llavero del hotel, quede sorprendido por la canti9dad tan impresionante y la naturalidad con las que las manejaba. Daba a conocer que las conocía a todas y lo que abrían. Mientras el guardia buscaba en el llavero vi en la cara de Catalina cierto aire de miedo, no podía verla a los ojos sin sentir miedo también.
Solo pudo romper el silencio el sonido de las llaves pasando por el ojal de la puerta, me di cuenta de que había llegado el momento, todo se sabría. Podía escuchar cada una de las ranuras de la llave encajarse lenta pero segura en las muecas del cerrojo. De repente. Sucedió. La puerta estaba abierta. Se podía sentir una atmosfera aterradora y un silencio de muerte mientras Cata entraba airosa de saber donde estaba Juan, sobraba la sala, reviso la cocina, las habitaciones, pero no lo hallaba. En ese momento fue que ella noto que el celular sonaba y guiada por el sonido dio con la puerta del baño, se acercó lentamente, tomo la perilla y girándola volvía a sonar el celular. De reacción la abrió de inmediato y al ver hacia arriba sencillamente se quedo quieta, pasmada, detenida en el instante. Su piel lentamente se destiño hasta quedar del color de un papel, sus ojos se palidecieron y sus pupilas se dilataron. Se encontraba en shock. Lentamente cada parte de su cuerpo empezó a temblar de poco en poco, primero un dedo, luego la mano, mas tarde el brazo completo le temblaba. Y cuando el temblor llego a su cara sus ojos mostraban contracciones en forma de tics causando que de entre sus parpados brotara un rio de lagrimas que parecía no notar, caían al piso cual lluvia salina mientras que su fuente enfocaba aquello que ella consideraba la luz de su vida, la razón de su existir.
Al verle en ese estado tan deprimente, sentí la obligación de consolarla y decidido me acerque a su cuerpo empalidecido cuyo rostro se encontraba empapado de lagrimas, pero con la pregunta que me rodeaba -¿Por qué no estaban acompañadas con llanto?-. No le preste importancia y me dispuse a tocarla. Puse mi mano sobre su hombro y en el preciso instante en el que puse mi mano se desplomo en el piso y empezó a surgir el llanto, un llanto tan triste que me aguo los ojos. Yo la observaba en el piso y trataba de levantarla pero ella no se ayudaba en lo mas mínimo. No decía nada y sus ojos solo mostraban una mirada perdida acompañada por las lágrimas que no dejaban de brotar.
Ya que no podía razonar con ella debido a el letardo en el que se encontraba decidí sentarme a su lado, llame al guardia y le dije que llamara a la policía. No tuvo interrogante alguna. Como era de esperarse la policía me arresto por precaución y tuvieron que llevar cargada a Cata debido a que se hallaba fuera de sí.
Ya son 3 años desde el suceso todos los domingos lo voy a visitar al cementerio después de visitar a Cata. Es duro verla así pero ya me acostumbre. Ella perdió el deseo de hablar, come por instinto y parece no oír ni sentir nada, en el hospital no prometen nada y su mirada muestra un vacio sin consuelo. No pienso dejarla sola en el hospital psiquiátrico después de todo soy lo único que tiene. Durante estos tres años he analizado lo sucedido ese fatídico día y pude llegar a comprender que él no era que le tuviera miedo a ella, más bien a lo que no sabía de ella, a lo que desconocía de la vida, el nunca había estado casado y el miedo de no saber lo que era su fobia lo domino y no pudo encontrar otra salida. Pobre, ojala no se hubiera quedado callado. Lo pude haber ayudado.